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Aldea de la hoja (Konohagakure no Sato)
Tras regresar Mireyu a la villa de Konoha, esta se encontró sin Sensei que la adiestrara y ayudara al mejor modo de desarrollar sus habilidades, asique se la paso molestando a otros Shinobis, colándose en sus entrenamientos o cumpliendo ella sola las misiones encomendadas a estos, eso le dio problemas en la villa.
Hokage (Maxter): Mireyu tu quieres ser Hokage algún día ¿crees que vas bien por ese camino?
Mireyu: crees que estar sin hacer nada esperando que alguien me entrene me ayudara a serlo un día o si no me das misiones podre mejorar algo
Maxter: ahora espero una visita importante y no estoy de humor para tus peleas Mireyu, retírate después hablaremos
Mireyu: si claro “Hokage” antes otros asuntos, siempre pones la misma excusa
Dijo Mireyu saliendo de la oficina del Hokage dando un fuerte portazo, al salir golpea contra un hombre alto que vestía una armadura negra, sus ojos anaranjados brillaban con luz propia, Mireyu sintió curiosidad por aquel hombre, el solo la miro con aquellos ojos que tanto llamo su atención, observo que entraba en la oficina del Hokage, (tengo que saber más de este hombre), se disculpo por el choque y salió corriendo para esconderse por fuera del gran ventanal de la oficina con cuidado de no resbalar
Hokage: oh Karazu cuando llegaste nadie me informo de tu llegada
Karazu: ...
Mireyu: (¡¿Karazu?! Recuerdo ese nombre mama me hablo de él)
Al escuchar el nombre de Karazu, Mireyu dio y pequeño tras pies haciendo ruido fuera contuvo el aliento diciéndose a si misma (que no me vean, que no me vean), pasaron unos segundo y cuando Mireyu se calmo respiro aliviada (no me han descubierto), justo después de pensar para si esto una mano la agarra por su cabello levantándola.
Karazu: eres la mocosa que tropezó conmigo allá afuera ¿Qué haces espiándonos?
Mireyu: ¡suéltame grandullón!
Karazu: ¿Quien es esta enana?
Maxter: mi mayor dolor de cabeza como hokage y mírala bien seguro que te suena de algo
-Karazu la suelta haciéndola caer de culo, Mireyu se queda mirando a esos ojos anaranjados-
Mireyu: ¡bruto! ¡Baka baka!
Karazu: Tu eres Mireyu la hija menor de Keldan, eres igual que ella [Karazu hace una pausa mientras Mireyu se levanta y se sienta en una de las sillas de la oficina en concreto en la de el Hokage] Yo me ocupare de ella, mañana te quiero en la arena de la gran cascada a las 5 de la mañana.
-Dicho esto karazu sale por la puerta y Maxter y Mireyu se quedan con la boca abierta-
Al día siguiente a las 5 de la madrugada se encuentra Mireyu en la gran cascada, donde de niña entreno sola con la katana, suspira para sí diciendo (que de recuerdos me trae este lugar), total mente sumergida en sus pensamientos aparece Karazu sigilosamente detrás de ella dándola un buen susto.
Karazu: Bueno al menos eres puntual
-Mireyu tras reponerse del susto le contesta-
Mireyu: ¿y tú no podías asustarme un poco menos?
Comenzaron el entrenamiento que consistía en un combate donde la joven tenía que demostrar todo de lo que era capaz, activo su Sharingan, pero hiciera lo que hiciera nada funcionaba contra él, tiro la toalla un par de ocasiones a lo que karazu siempre decía “no estás muerta sigue luchando”, Mireyu dio todo de sí pero termino con quemaduras y herida, el entrenamiento no fue una perdía de tiempo total aunque no pudiera con su objetivo, cuando despertó tras el entrenamiento estaba en una pequeña cabaña, no sabría decir bien en qué lugar, permanecía tumbada en una cama con vendajes, karazu está buscando unos ungüentos en un mueble, Mireyu pasa dos días en esa cabaña recuperándose bajo los cuidados de Karazu.
Pasados esos dos días y estando ya recuperada continuo su entrenamiento, esta vez fue a una dimensión creada por Karazu donde entrenaron por horas el arte del taijutsu tras mil y un intento de la joven intercambiando golpes con el no podía creerse que no hicieran mella en el, algo frustrada uso píldoras del soldado para aumentar su cantidad de chakra acumulando este en sus extremidades para ser más veloz y dar golpes más fuertes, pero aun así sus golpes parecían no dañarle y acabo estampada contra el suelo en un ataque desesperado, karazu se la acerco y la dijo “¿quieres que acabemos ya?” a lo que la joven estando a gatas en el suelo logra darle un golpe en los pies y tirarlo al suelo, poniéndose encima de él, poniéndole un kunai en el cuello le dice “¿quieres que acabemos ya?” a lo que karazu respondió con un fuerte cabezazo con la parte posterior de su cabeza impactando en la nariz de la joven dando por terminado el entrenamiento, regresaron a la vieja cabaña.
En la cabaña Karazu curo las heridas de la joven y la sentó en sus rodillas para abrazarla diciéndola que estaba orgulloso de ella y seguro que su madre Keldan también lo estaría, la joven al escuchar esas palabras casi se le saltan las lagrimas a lo que responde abrazando a Karazu, este acariciando la espalda de la joven correspondiendo al abrazo llevando una de sus manos a la parte alta de la espalda de la joven, le impuso como regalo el Ki Shinboru, la joven siente un dolor punzante y tristeza que no quiso demostrar delante de karazu, ella sabía que era el Ki Shinboru, lo ha visto muchas veces en la espalda de su madre Keldan y ella le conto muchas veces a la joven, que muchos de sus malestares fueron a causa de ese sello.
Siguiendo las indicaciones de Karazu la joven regreso a su casa donde su madre esta esperándola, al abrirse la puerta Keldan pregunto a la joven donde estuvo estos últimos días, Mireyu simplemente no contesto, se dio la vuelta dando la espalda a su madre y retirándose el cabello dejo ver el Sello maldito de Karazu, en contra de lo que la niña creía su madre no la regaño ni se molesto, parecía complacida de que obtuviera ese regalo por parte de Karazu, Keldan puso seria con la joven, diciéndola
Keldan: ese sello es un arma muy poderosa y peligrosa también para el usuario
Mireyu: pero mama este sello es propio de los Akatsuki ¿tendré que dejar la villa y mi sueño de ser Hokage?
Keldan: claro que no, tú no eres miembro de akatsuki y podrás cumplir tu sueño toma ese sello como un empujoncito, pero escucha bien lo que te voy a decir ese sello no es ningún juego, como te he dicho es peligroso para ti también, así que prométeme que solo lo usaras como último recurso y si tu vida corre peligro.
Mireyu: si mama te lo prometo
La tarde pasa lentamente mientras Mireyu está sentada en el jardín con los pies en la posición de la flor de loto, con los ojos cerrados meditando y reviviendo los entrenamientos con Karazu, cuando en el momento en el que revive el cabezazo de este que dio por terminado el último entrenamiento, la joven siente un dolor repentino y fuerte en el lugar donde está el sello, inclino su torso hacia delante apoyando su mano izquierda en el suelo mientras lleva su mano derecha a la zona del dolor, comenzando a subirle la temperatura, y sudando se da cuenta que su Sharingan parece tener vida propia activándose y desactivándose por sí solo, Keldan que estaba atenta a la joven desde que llego al ver esa escena se dice para sí misma “ya está empezando la adaptación, se fuerte pequeña, en esto nadie puede ayudarte ni siquiera yo, es una prueba que tienes que pasar sola”
Tras tomar un baño Mireyu se acuesta en su cama tratando de disimular el dolor que sentía no quería preocupar a su madre, aunque esta ya lo sabía, aquella primera noche le fue casi imposible dormir debido al fuerte dolor procuraba ahogar sus gritos de dolor mordiendo y hundiendo su cara en la almohada, notaba fuertes pinchazos y como si ardiera su piel y carne donde fue puesto el Ki Shinboru, retorciéndose por el dolor.
続け...