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BARRA49

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Sakugakure No Sato

Costa

Un sujeto luego de su largo viaje desde que llevado a cabo desde Konohagakure no Sato encontró por fin su destino, Akatsuki no Kakurega. Emprendiendo un largo camino donde se encontró contra diferentes organizaciones criminales que no tuvo reparo en eliminar, entre ellos un prestigioso grupo de mercenarios de la nube de donde consiguió poder. Llegó hasta las costas de Sakugakure para con los pocos ryos que le quedaban comprar una pequeña barca con vela la cual empujaría usando su Jutsu Kyōfū Reppa (Taiton, Kekkei Genkai robado de un Shinobi del País de las aguas termales) para llegar en cuestión de horas, notó que a pesar de la severa actividad volcánica de la isla hacía un gran frío en esta.


Se acarició los brazos casi empezando a tiritar, una vez pisó el suelo de la isla ejecutó el Jutsu de Saruiwa, o "Roca Mono" robado de un usuario nivel Jōnin del Kekkei Genkai de Lava el cual moldeaba las rocas y la lava creando la forma de un gran orangután, Kaito saltó a su hombro y este colocó las manos en forma de cuna, Kaito saltó en ellas y se encerró en estas creando un pequeño espacio seguro, a pesar de tener la lava en frente esta apenas calentaba comparándose con el frío de afuera, a poco que pasaba el tiempo el gran Golem se iba enfriando, no le duraría mucho más así que se asomó viendo como la espesura selvática parecía infinita (Como 5 km. más) se lanzó de los brazos de su Jutsu corriendo como le era posible con su cuerpo casi entumecido. Sintió el ambiente pesado, y veía como los árboles se veían amorfos y de sus troncos salían ojos de diferentes clanes, Rinnengan y Sharingan para ser más específicos; escuchó una voz femenina en su cabeza como diciéndole a qué dirección ir entre la maleza, y, por inercia, siguió las instrucciones de la extraña voz. Al llegar logró admirar unos grandes portones rojos y se acercó hasta la entrada, alzó su dedo para presentarse pero cayó en el suelo rendido por el agotamiento de su cuerpo. 

Kaito: -“Mamá... no quiero dormir. Aun es temprano...”-Dejó caer su mano quedando inconsciente-.


De la fortaleza salió una hermosa muchacha de tez pálida y cremosa, cabellos rubios y que respondía por el nombre de Carrie Chinoike, ésta deshizo el Genjutsu haciendo los sellos (“Kai”) dijo mentalmente deshaciendo la técnica, miró por un momento al extraño y se acercó sigilosamente pronunciando.


Carrie: Al parecer al viejo le has gustado... - Tomando el peso muerto del cuerpo de Kaito colocando uno de sus brazos al rededor del cuerpo lo llevó a un cuarto pensando el porqué aquello le tocaba justo a ella-.


Al llegar a la pequeña habitación, lo recostó en la cama y lo desvistió quitándole la armadura de su pecho y su máscara, colocó sus palmas enfrente de ella una debajo de la otra y activó.

Carrie: “Chiyute no Jutsu” -Susurró y de sus palmas juntadas sale una bola de Chakra curativo y lo puso  encima de su abdomen el cual lentamente iba desentumiendo, hidratándolo, pasándole algo de su Chakra y sanando el cuerpo de él mientras miraba al individuo detallando cualquier acción que haga-. Kaito despertó muy lentamente y desorientado. 

Kaito: ¿Do...dónde estoy? ¿Quién eres tú? Vaya... ¿me pasé de copas no? -Le guiñó un ojo a Carrie.- ¿Y tú eres? Perdona mis modales, no suelo ir tan rápido en la primera... - Se quejó un poco por las molestias.-Citas... - Carrie sonrió amablemente sin hacer mucho caso a los chistes del muchacho -

Carrie: Mi nombre es Carrie Chinoike, de nada. - El chico al ir recuperando movilidad sonrió rascando su cabeza con su zurda mientras sonreía incómodamente ante el comentario de ella pues parece ser que no le hacían gracias sus chistes.

Kaito: ¿Y bien? ¿Dónde está el jefazo? Esperaba que esto fuera, no sé algo más... ¿Tétrico? -Miraba asombrado los interiores tan bien decorados, a lo que Carrie volvió a responder con una leve risa amable.

Carrie: Son cuentos para asustar a los niños cuando escuchen hablar de Akatsuki. Y sobre eso... -Se levantó de al lado de su cama.- Ya está. Sal a hablar con él cuando estés preparado. -Le sonrió antes de irse por la puerta-

Kaito se rascó la cabeza, extrañado por la amabilidad de aquella chica, se encogió de hombros y se levantó colocándose su indumentaria, incluso la máscara, aunque ya no importaba demasiado. Al colocarse el cinturón con sus sellos y armas salió  preparado para conocer al líder, no sin antes coger una fuerte cantidad de aire que llenaría sus pulmones ayudándole a conseguir las fuerzas para ello, salió. Se dirigió a la parte más obvia hacia los tronos quedándose detrás de ellos contemplando el panorama vacío.

Kaito: - Y bien... llegué demasiado temprano, ¿a qué hora tenía yo la cita? -Se escucho como Carrie subía las escaleras, al llegar arriba se apoyó sobre su cadera y se llevó la mano derecha al mentón moviéndola lentamente como quién piensa en algo muy profundo.

Carrie: Qué raro... Juraría que estaba aquí hasta hace un momento, debe haber salido, no tardará en volver -Le hace señas para que baje con ella y éste fue a seguirla-.  

El típico clima tormentoso de Shima no Kazan azotaba la guarida como todos los días en su interior, en el primer piso se podía observar el trono del Líder vacío, resonaba el eco de Carrie en planta baja que parecía estar con una visita. Repentinamente éste trono comienza a emanar humo negro que cada vez se hace más espeso y más denso, lentamente va tomando forma humanoide hasta que finalmente Karazu Uchiha hace presencia en el lugar, se puso de pie y prosiguió a bajar por las escaleras tranquilamente en dirección a Carrie y al invitado anunciando.

Karazu: Vaya...Parece que alguien se perdió...Y está muy lejos de casa. Se paró frente a ellos palmeando un poco el hombro izquierdo de Carrie para luego observar detenidamente al sujeto. “¿Qué tal el viaje. Fue difícil llegar? Estaba esperándote…Algo me decía que tarde o temprano llegarías hasta nosotros" - Dijo enseñando levemente sus dientes en una sonrisa-. 

Kaito: ¿Yo?... Vaya, no sabía que era tan importante. -Mira a la chica que lo curó.- Ya decía yo porque me quitaste la camisa en nuestro primer encuentro -le guiñó un ojo de broma y volvió a mirar al que parecía ser el... "rey" de aquel lugar, por su cabeza solo pasaban chistes que podrían no dejarlo en muy buen lugar así que optó por responder con un tono divertido.- No ha sido precisamente corto. Me pilla un poco lejos de casa pero... bah, merecía la pena. Fue solo un paseo en gólem de lava hasta llegar aquí. -Girándose hacia la chica susurró un “gracias” muy discreto.- Pero... me tiene intrigado como pude llegar hasta tus... ¿ojos? -Se rascó la cabeza intentando comprender.- ¿La túnica hay que comprarla? ¿El sombrero viene incluido? ¿Hay impuestos por molar mucho o algo?...

La chica con un ligero movimiento de la cabeza responde a su agradecimiento mientras en su interior pensaba ("Dios con este tipo") -Sonríe ligeramente mientras intercambia miradas con el líder- Su tranquilidad se podría contagiar un poco o sólo era una ligera tensión que se podría cortar con la hoja afilada de un Kunai, cerró los ojos suspirando un poco a las preguntas que Kaito formuló. 

Karazu: -Sonríe y le da la espalda, como si ya hubiese visto lo que quería- "Carrie... Encárgate del recién llegado…Explícale cómo funcionan las cosas aquí…Y dile que no me agradan los humoristas" -Dijo subiendo nuevamente las escaleras para luego pararse frente al gran ventanal del primer piso a contemplar la lluvia, como acostumbra hacer-. 

Kaito: -Sonríe un tanto incómodo mientras se rascaba la cabeza.- Uhhh...

Carrie: "Hai" - Asiente y le mira admirando el lluvioso clima, voltea su rostro a Kaito y le sonríe amablemente cerrando un poco sus ojos y le dice con palabras quedas -"No te conviene hacerlo enojar" -Le responde- Mientras le pasa por su costado tocando ligeramente su hombro derecho con su mano izquierda en señal de que la siga pisos abajo. 

Kaito: -Asiente aun preguntándose porque no respondió a sus preguntas mientras de reojo lo observaba, él si era como las habladurías habían dicho. Su solo poder se sentía de compartir un mismo habitáculo con él.- Etto...Espero no haberle caído demasiado mal... -Suspiró pero alzó su rostro sin darle importancia, cosa que a lo mejor podría salirle cara.-

Carrie: -Sonríe un poco mirándolo fijamente- "Si le pareciste interesante no debiste haberle caído mal. Bueno, sólo cuida tu lengua cuando hables con él" -Le dice con total tranquilidad en su voz mientras a ligeros pasos se acerca a una habitación, ésta la abre dejando ver en su interior repisas con Jingasas y sacos negros con su símbolo característicos de nubes rojas estampándolo todo, saca un ejemplar de un estante alzándose de puntas y un Jingasa de color negro por la paja que fue hecha colocándolo encima del saco, estira sus brazos ofreciéndoselos "Ten, espero que te queden" -Le sonríe algo nostálgica, su humor era muy parecido a su amado de ojos oscuros-. 

Kaito: -Se rascó la cabeza y extendió el saco, se lo colocó ajustando sus armas. Tras esto se colocó su sombrero.- ¿Y bien?... ¿Estoy fabuloso? -Le dijo intentando hacer sonreír a la chica que lo había salvado.-

Carrie: -Sale de sus pensamientos al escuchar su voz, se ríe un poco observándolo tapando su boca con su mano derecha intentado reprimir una risa "Divino" -Le sonríe mientras se aleja del almacén con pasos ligeros-.

Kaito: -Suspiró y alzando su cara se dirigió hasta el líder, esta vez saca su katana con su funda incluida, se arrodilló tras a él.- Perdóneme si le ofendí. Solo pretendía, forzar algunos chistes... -Dice por lo bajo.- Muy buenos... Etto. El caso es que... Es un honor que se haya interesado mí. ¿Cuál será mi primera misión o mi compañero?

Con el sonido de la lluvia caer sobre la guarida de fondo, Carrie observa con curiosidad la planta de arriba, sube las escaleras a paso rápido y observa a los individuos, Kaito se encontraba postrado ante el líder colocando su katana enfundada enfrente de éste sosteniéndolas con ambas manos su mango mientras tenía la cabeza agachada ligeramente en señal de reverencia y respeto ante Karazu (¿Qué está haciendo?) Pensó algo curiosa mientras se acercaba a los dos, gira su cabeza hacia Karazu y le pregunta

Carrie: "¿Me mandó a llamar?" ("De nuevo") Agregó mentalmente sin quitarle la mirada de encima a ambos shinobis*.

Karazu: -Se cruzó de brazos contemplando la lluvia, a lo que agregó. "Serás la compañera del recién llegado, desde hoy trabajarán juntos…De más está decir que no les recomiendo forjar lazos sentimentales… Ya lo padecí antes… Y no quiero mancharme las manos otra vez… “ Los observó de reojo notándose la tonalidad incandescente carmesí en sus ojos con la sombra intermitente del clima que azotaba la guarida-

Kaito: -Asiente seriamente mientras se levanta colocándose la katana atravesadamente en su cinturón, con un tono casi tan serio e inexpresivo como sonaría la mismísima muerte con una voz grave.- Hai. Disculpe si le ofendí, no quería eso, de aquí en adelante solo tendrá respeto de mí, -Hizo una reverencia en señal de perdón.- Ojalá podamos empezar de nuevo. -Se volvió a colocar recto y tieso como un árbol-. 

Su personalidad sarcástica y humorística había cambiado abruptamente a una fría y calculadora, antes de girarse preguntó. Aquel tono humorístico solo sería usado con sus compañeros de organización y ahora mismo con su compañera. En realidad sabía que el viejo no había elegido así al azar, un shinobi que puede usar cualquier Kekkei Genkai a pesar de cualquier costo necesitaría de una shinobi médica que cubriese sus espaldas y aquello de alguna manera lo alegraba, haría que se sintiese orgulloso de haberle dado la túnica de nubes rojas. 

Carrie: -"Hai"- Inclina la cabeza en señal de respeto- Su voz sonó tan seca como el desierto y sus ojos perdieron un poco de brillo por entrar a su semblante opaco y frío mirando fijamente a su líder. No iba a decepcionar al hombre que le había salvado la vida hace semanas atrás, tragó un poco de saliva disimuladamente; su vida estaba en sus manos y no habría tiempo de esas emociones tan sentimentalistas y mundanas si no querría que su sangre, o la de su nuevo compañero de misiones, estuviesen decorando las manos de Karazu. 

Kaito:- ¿Algún trabajo que se deba llevar a cabo?

Karazu: Quiero que viajen hasta Tsuki no Dokutsu… La lluvia me ha dicho que hay un grupo numeroso de profanadores intentando ingresar a las instalaciones…El objetivo es simple y conciso…Erradicar todo aquel que signifique una amenaza para la seguridad del lugar… -Metió su mano izquierda por detrás de la coraza de su armadura frontal tomando un pequeño paquete de pergaminos (24 unidades) lanzándoselo a Kaito –

Separador


Carrie antes de salir de la guarida cercioró que todos las herramientas y algo de comida para el viaje estuviesen en sus respectivas box, de un salto desde su ventana de habitación bajó hasta la entrada de la guarida, ésta optó por cambiar su estilo con su saco de Akatsuki algo modificado para que la dejase más libertad de movimiento, unos pantalones oscuros ajustados cuyo corte llegaba a más arriba de su ombligo y unas botas ninjas del mismo color que todo el traje, su Jingasa de color negro y sus preciadas katanas amarradas cuidadosamente en su espalda en forma de "X", Se levantó de la posición de cuclillas y puso su mano derecha en su cintura esperando a su compañero para partir.

Kaito luego de esconderse los sellos provistos por el líder fue al que suponía sería su cuarto y tomó tres botellas de tinta que se colocó en sus hombreras junto a un pincel que hecho en la bolsa de donde se suponía que iría su almuerzo, salió y bajando la mirando pues aun estaba bajo la mirada del Líder se dirigió a la salida al lado de su compañera la abrazó de la cadera y acto seguido activó su Kekkei Genkai de velocidad robado apareciendo al lado en la barca.

Kaito: Las damas primero. -Sonrió tras su máscara.- He de compensar... el haberme exhibido de esa manera en nuestro primer encuentro, prometo que no soy esa clase de chicos. -Decías intentando emular a una colegiala tímida mientras que en su cuerpo no había un rastro de aquello, al final soltó una pequeña risa.- Espero que no se te haya hecho muy movido el viaje.

Carrie: "Sé que no" -Le respondió suavemente y le sonríe ligeramente sin mirarle al rostro mientras se voltea a la barca- "Y no, no te preocupes" -Dijo ya subiéndose a bordo de aquella barca de velas admirándolo por un momento- "¿Esto fue lo que te ayudó a venir hasta acá, con tu actitud, no sé, pensé en tal vez...¿Un acorazado?" -Le dice de manera burlona sonriendo cerrando sus ojos debajo del Jingasa mientras se sentaba en uno de los bancos de la barca- "Cuando quieras" -Agrega mirando al frente el resto de la costa junto con el volcán siempre activo de la isla-.

Kaito: Es lo que me podía permitir -Se encoge de hombros. Subiéndose de un salto a la barca riéndose.- Espero que me suban el sueldo. Tras esto sus ojos se cerraron y tomó una posición relajada mientras que colocaba sus manos en posición de sello manual "Pájaro" mientras que unas grandes ráfagas de viento empezaban a empujar el barco a gran velocidad, en cuestión de menos de dos horas llegarían a las costas de su objetivo, Tsuki no Dokutsu. Estaba impaciante, tras la máscara no hacía más que dibujar una sonrisa macabra mientras que en su interior sentía como sus reservas de Chakra se preparaban para sacar a relucir el Sharingan de tres aspas robado a muchos de sus compañeros Uchihas, Anbus de Konohagakure.- ¿Y bien?... ¿Cómo llegó una flor de Sakura como tú a Akatsuki? ¿Cuánto tiempo llevas entre sus filas? -Miraba al horizonte concentrado para que las ráfagas dieran en en la barca sin dañar la vela. No era mucho el desgaste de Chakra que esto le repercutía, pero para luchar contra un gran número de insurgentes lo necesitaría.-

Carrie: "Preferiría no hablar de aquello aún...Sólo que Karazu me encontró moribunda en Suna y me llevó a la guarida, restaurándome de la inanición y del poco Chakra que me quedaba...-Hace un breve silencio y se levanta del puesto acercando su cuerpo a espaldas de éste que superaba su estatura y siente un poco el ligero roce de la tela del saco de nubes rojas. – Le debo la vida - Termina de decir y coloca su palma derecha delicadamente entre sus omóplatos y ésta se ilumina tenuemente con el color azulado característico ayudándolo a resistir más por el uso de la técnica de tornado- .

El barco tocó tierra encallándolo en la arena, al llegar, el pelinegro rompió el sello extendiéndole la mano a la chica para que no cayese así conduciéndola hasta el suelo, luego él con su pie empujó la barca la cual cayó hacia un lado posándolo a él en el suelo, sonriéndole viéndose en sus ojos entrecerrados empezó a subir la no precisamente pequeña montaña.

Kaito: - Me alegro que lo haya hecho, sino, que cubito de hielo más bonito hubiese sido yo. -Se río para activar su Sharingan de tres aspas para ir poco a poco identificando el tipo de chakra de los enemigos que se encontraban en la cima.- 2 Fuuton, 4 katon, 6 doton y uno Raiton... En la cima de una montaña... he de hacerme con él primero. -Su tono se volvió macabro mientras hablaba casi para él mismo.- Carrie, usaré clones de sombra con Sharingans y usando una gran parte de mi chakra, necesitaré tu apoyo para poder... -Contó con los dedos calculando la cantidad del Chakra que perdería.- solo una cuarta parte de mi chakra sin debilitarme demasiado... ¿te crees capaz?... -Se paró en seco mirándola mientras que el viento soplaba los sellos de papel que adornaban su sombrero.-

Carrie: -"De acuerdo" -Le responde fijamente mientras que pasa su mano izquierda detrás suyo abriendo su box y saca 3 píldoras de soldado, se las ofrece- "Déjame a los de Katon y el del Raiton si quieres" -Le mira fijamente a su Sharingan frunciendo el ceño seriamente (No me digas que es otro Uchiha, o quizás es su técnica que mencionó Karazu) Pensó mientras cerraba sus ojos y activaba su Dojutsu Ketsuryugan, los mantuvo cerrados y le agregó -"Con éstos 3 serán suficiente para hacer hasta 100 clones de sombras si te apetece"- Sintió como un pequeño escalofrío pasar por su columna vertebral al escuchar la seriedad de su voz, era más diferente que cuando estaba en la guarida presentándose ante Karazu reverenciándolo (Interesante...).

Kaito: No me hacen falta, mi clan puede hacer unos 20 con buena cantidad de chakra, no tan fáciles de disipar como el resto. -Le sonrió poniéndole las manos ante sus píldoras-. 

Carrie Pryd

Al llegar a la llanura su cara cambió completamente una sonrisa macabra se hizo presente en su rostro. Esperó a que su compañera se colocase detrás de él para apoyarlo, tras esto con un sello de tigre con una sola mano (como había aprendido de su familia salieron otros clones con gran densidad de chakra, la que él iba perdiendo gradualmente pero manteniendo gracias a las refuerzo de su compañera (de momento había reparado en solo unos 10 clones). Extendió un brazo señalando al Raiton junto al resto el cual solo observaba mientras los otros desde las alturas intentaban abrir la cerradura.

Kaito: - ¡OE! Detente. O pagarás caras las consecuencias. -Bajó el brazo una vez este se volteó hacia ellos.- Raiton: Anda... son los perros falderos de ese tipo... los nubes rojas han venido a estorbarnos... ¿y solo dos? -Todos rieron.- ¿Solo 12?... Antes al menos nos lo poníais difícil. Cómo han decaído... -El cuentachistes suspiró mientras que sus clones iban al resto él se preparaba para ir a por el Raiton cuando su compañera ya no pudiera regenerarle más.

La chica sigue regenerándolo tocando su omóplato derecho con su palma izquierda mientras que alza la vista sus ojos con su Dojutsu activado a los demás shinobis de elemento Katon, dos de ellos se pusieron en posición defensiva para proteger a los que intentaban acceder al santuario; éstos la miraron fijamente a los ojos cosa que hizo que produjesen en sus Médulas Óseas Rojas más eritrocitos (Glóbulos rojos) obstruyendo sus vías periféricas provocando que se hinchen como pelotas y explotasen dejando una lluvia de sangre dejando gritos desgarradores de los otros que quedaban empapados por la sangre de sus camaradas viendo con trauma a la pareja. La Chinoike sonríe un poco arrogante y hace sellos para activar 3 clones de sombras sin despegar su palma de su compañero. Aparecen 3 iguales a la chica en dirección a los 2 restantes de Katon y bloqueando los ataques de los otros con movimientos de sus katanas mezclando taijutsu, suelta un suspiro quedo debido a que está gastando un poco de su Chakra por su Dojutsu 

Carrie: - Escorias...-Suelta mientras que sus clones decapitan de un sólo tajazo los otros 2 usuarios restantes de Katon, uno de éstos hace sellos rápidamente invoca en su mano izquierda siendo agarrada por su diestra -"¡Chidori!"- (“Mil Pájaros”) -Gritó el clon haciendo que de su mano saliesen rayos que hacían ruido como miles de pájaros, éste impacta en 2 usuarios del Dotón haciendo que los demás saltasen de ahí-.

Los clones de Hirasaka con su Sharingan esquivaban a los levantados Doton (4), al cansarse los 3 simplemente usaron el Kekkei Genkai de velocidad cortándoles el cuello sin mayor dificultad, desaparecieron acto seguido pues ya habían cumplido su cometido. Se giró sonriéndole a su compañera simplemente esfumándose delante de esta, estaba totalmente preparado como para abastecerse para cargar contra el de Raiton, usando su Kekkei Genkai de velocidad apareció detrás de este golpeándolo con una velocidad superior incluso que la de un Hyuga, lanzándolo contra una piedra, el Raiton gravemente herido cargó contra él mientras se volvía a colocar en posición relajada, el Raiton intentó hacer el chidori múltiples veces en lo que Kaito solo saltaba retirándose mientras se reía, cuando por fin se cansó volvió a ejecutar su Kekkei Genkai de Taion (tifón) para invocar una fuerte racha de viento que empujaría al Raiton dirección a su compañera.

Kaito: - Diviértete. -Pegó un salto a lo alto escalando por las piedras de la montaña con intención de escalarla para ver el estado de la cerradura al llegar hasta arriba abriendo su cobertura sacó los sellos, se sentó en el suelo y con rapidez tomando el pincel hizo un sello de rearme temporal. Reforzando la entrada temporalmente hasta que Karazu o quién fuera se dignase a arreglarla.- ¿Entonces está hecho?... -Miraba desde abajo los cadáveres y como sus 8 clones remataban a los caídos dejando al de Raiton para su compañera, el cual ya estaba tocado. Se desvanecieron dejándolos solos en aquel paraje.- Espero... que esto solo fuera mi iniciación...

Carrie suspira algo cansada y con un sello desaparece sus 3 clones que ya habían fulminado a las víctimas mientras que, colocando chakra en sus pies, aparece al frente del usuario Raiton agarrándolo de su camisa alzándolo un poco haciendo que éste cerrase los ojos- 

Carrie: "¿No quieres mirar querido?" -Le reta con una voz tan suave que endulza los oídos del shinobi haciendo que éste abriese un poco los ojos al ver lo último que iba a admirar en este mundo, la chica subió la concentración de hierro en su sangre haciendo que éste se volviese tóxico dejando escapar su último grito.- Son todos...-Suelta el cadáver que da un golpe seco al piso y suspira un poco desactivando su técnica ocular, saca uno de los pergaminos de su box trasero con su mano derecha y guardó las cabezas de los profanadores junto con redactar la situación-. 

Kaito: -Suspiró y salto desde lo alto cayendo apoyándose en sus meniscos.- Bien... ¿a casa? 


Carrie: A casa...-Se voltea guardando el pergamino empezando a andar dejando que un poco de tierra se alzase al viento, cierra sus ojos cansada, sólo esta es la 2da vez que usa su Dojutsu, se agarra la cabeza mientras sigue andando bajando la montaña hacia la barca-.

Kaito: El Raiton como que... se le subió la sangre a la cabeza. -Se río sacudiéndose.- Carrie... -La alcanza a paso rápido.- ¿Podrías enseñarme a usar esos ojos? Y lo más importante... a copiarlos. Sé cómo suena eso pero... -Preguntaba un tanto nervioso.- es debido a que puedo aprender y copiar cualquier Kekkei Genkai... y desconocía el tuyo. -Decía en un tono relajadamente amistoso pero un tanto nervioso riendo.-

Carrie: -Se le queda mirando algo confundida quitando su mano de su cabeza y lo mira con semblante serio a sus ojos- ¿Por qué quieres copiarlo?...-Le pregunta en tono neutro mientras continúa su camino-.

Kaito: Imagina... lo que sería combinar un Rinnegan con algo así... -Se llevó ambas manos tras la nuca caminando mientras se reía por lo bajo.- En serio... jamás había visto esos ojos, o sea, había oído de tu clan pero... lo había presenciado. -La miraba de reojo mientras sus ojos volvían a su completa normalidad.- El de limpieza... se forrará al cobrar luego de este trabajo. -Se ríe.-

Carrie: “Hm...Suerte con eso...”-Cierra los ojos sonriendo levemente mientras continúa su camino, el viento movía los sellos de su Jingasa y su cabello dejando un aroma a duraznos, llegaron a la barca y de un salto entra en éste, se sacude el saco y los pantalones mientras libera la vela y lo amarra bien a uno de los costados de la barca-.

Kaito: -Se ríe al ver que no es una negativa, salta dentro de la barca y ejecuta otra vez su Kekkei Genkai repitiendo el proceso anterior.- Espero la respuesta. -Dijo sonriendo pero concentrado a la vez en su sello manual "Pájaro" para no deshacer el Jutsu en ejecución llegando a su destino en muy con tiempo.- Las damas primero. -Se río. Tomando una postura relajada, aspiró aire preparándose para enfrentar nuevamente al líder y no volverlo a decepcionar.- Pensé que le agradarían los humoristas, ¿dónde está el cártel de "¿Prohibido hacer chistes?" tanta decoración y olvidáis lo obvio. -Dijo casi rozando el tono de un niño pequeño a la par que sonreía.-

Carrie: -Se levanta y se acerca a pasos sigilosos mientras que con la yema de los dedos como si fuese un arte delicado tocando su hombro emanando Chakra de éste- El abuelo es así, no te preocupes, como te lo dije, cuida tu lengua cuando hables con él, eso es todo- Le dice con voz dulce aunque algo cansina mientras que con su otro brazo izquierdo mantiene el equilibrio agarrando delicadamente su cintura-.

Kaito simplemente la miró sonriendo mientras que una vez más y por última vez usaría su Kekkei Genkai, tomándola de la cadera para que no sufriera daño al alcanzar semejante locura de velocidad. Usando lo que había quedado de su Chakra contando sus reservas era un 25% al haber malgastado casi todo en el viaje, pero con ella a su lado no tardaría en recuperarse, cosa que no le preocupaba, de ser un lobo solitario había pasado a ser un lobo en manada, aun se le hacía extraño tratar con alguien más y que esta no le diese pudiese dar igual, sino que tendría que cubrir su espalda a muerte. Llegó a la compuerta, soltó su cadera un tanto incomodado/ruborizado por ese excesivo contacto, abrió ambos portones dirigiéndose a la parte de arriba donde suponía que él estaría sin decir nada.

Al llegar a la guarida la chica alza su mano derecha y se quita la Jingasa cerrando los ojos y sacudiendo un poco sus cabellos rubios, suspira algo cansada y se adentra más en la planta de la guarida que todavía tenía ese ambiente lluvioso desde que la dejaron, se acerca al escritorio del líder y le deja un pergamino encriptado que cuyo contenido eran las cabezas de los shinobis invasores del santuario e informando que el sello fue deteriorado y fue reemplazado por Kaito provisionalmente, baja las escaleras tranquilamente mientras se dirige a su habitación a darse una muy buena ducha.

Por el otro lado, siguiendo los pasos de su compañera, se adentró en lo que aun creía lo que era su habitación quitándose el Jingasa y colocándose indumentaria más ligera. Salió de este e investigando llegó a lo que parecía ser la "Common room.".

La rubia sale de su habitación ya bañada y vestida con su habitual kimono negro de algodón cerrando sus ojos y con su instrumento favorito, un koto hecho de madera de cedro muy bien cuidado ya que no mostraba signos de desgaste, se sentó en uno de los muebles cerca de la entrada, se colocó dicho instrumento en sus piernas y comienza a tocar sus cuerdas ("Oka-sama") Pensó algo melancólica en los recuerdos que tenía su madre y cómo fue su inspiración para tocar el Koto, con ambas manos comenzó a tocar piezas concentrada.

Kaito: -Se levantó del mueble de donde se había sentado aproximándose hacía ella.- Un Koto... hacía años que no veía uno, ¿es tuyo? -Sonrió amablemente cosa que escasamente solía hacer, pero aquella chica le había salvado la vida.-.

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Carrie: -Sonríe un poco triste mientras sus dedos detienen la dulce melodía- Era de mi madre...-Le responde mientras que toca ligeramente el cedro con sus dedos como si estuviese acariciando un gato persa, se quedó perdida mirando el koto y apretó los puños-.


Kaito: ...Mhm... ¿Qué le pasó a tú familia? -La miró intentando comprenderla.-


Carrie: Los maté...-Suspiro algo triste intentando no dejarse llevar por los sentimientos- Mi malnacido padre mató a mi madre cuando...Desperté mi Dojutsu...Los maté a todos...Mis instructores, mi amado, a todos...-Mira al suelo cubriendo su mirada con sus cabellos que caen mientras tiembla un poco- Mi clan tiene una historia algo triste y desgarradora...Fueron exiliados al país de las Aguas Termales, en el Valle del Infierno mejor dicho, y uno de sus miembros enloqueció por la muerte de su esposa masacrando a todo el clan menos a su hija y a mi madre que pudo escapar...-Soltó un leve suspiro sin dejar de apretar los puños-. Mi madre logró escapar volviendo al País del Rayo ocultando su origen...Al parecer enamoró a un noble porque ella para ganar dinero tocaba conciertos de Koto, de ese matrimonio nací, mi mamá me juró nunca revelar que tengo sangre Chinoike corriendo por mis venas...Me entrenaron como ya sabes...-Le mira fijamente- Conocí al hijo de uno de los aliados de mi padre...Kyosuke...Era muy parecido a ti...-Susurraba triste recordando sus risas y momentos con él- Nos enamoramos y le pidió a su padre que si podría tener una relación conmigo...Aceptó...Esa noche no la voy a olvidar, estaba en la biblioteca buscando más sobre mi clan y vi el Dojutsu, tuve pesadillas y me dirigí al pequeño lago del que era mi hogar...-Tragó un poco de saliva- Tenía ya activado mi Ketsuryugan...-Temblaba apretando más sus puños- Kyo..Suke...Intercambiamos miradas…Y...Lo maté...-Se mordió su labio inferior para evitar que estos temblasen- Grité abrazando su cuerpo llorando...-Se mira las palmas algo rojas por la presión de sus dedos- Eso alertó a los guardias...Les pasó lo mismo...Vinieron más...Y más...Y mi padre junto a mi madre, me abrazó y mi padre de ira la atravesó con una espada...Fue por protegerme...-Susurraba quedamente mirando a la nada- Lo maté...Y maté a todos ahí...-Deja escapar unas lágrimas que adornan su rostro-.

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